El otro día compré un pollo asado , venía en un recipiente que estaba muy bien . Cuando saqué el pollo estuve a punto de tirarlo , pero me dio pena y pensé alguna utilidad le daré . Al día siguiente mi hija que hiciera albóndiga para llevarlas , y ahí descubrí el doble uso para dar al recipiente .
1º Ponemos harina en el recipiente y metemos tantas albóndigas nos quepan ( sin que queden apelotonadas )
Cerramos el envase y agitamos
Ya tenemos unas cuantas albóndigas enharinadas sin darnos cuenta
Cuando terminemos de enharinar las albóndigas , limpiamos el envase , metemos las albóndigas hechas
Cerramos y ya podemos trasladarlas sin miedo a que se caiga la salsa .
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